martes, 26 de noviembre de 2013

Como la vida misma

Noviembre nos deja su última semana.

¿Te has dado cuenta de lo rápido que pasa el tiempo? ¿Te has parado a pensar con qué nos quedamos? La vida es realmente corta, algunos pensarán que sólo estamos de paso por ella, pero no se dan cuenta de que cada vida es una película y sólo ellos son los protagonistas de la suya. La vida es como la época de recolección de las hormigas. Nos dedicamos a lo largo de ella a coleccionar momentos, tantos buenos como malos, (espero que todos coleccionemos bastantes más momentos positivos que negativos) que son los que, de un modo u otro, cuando te haces mayor, te sacan la mejor de las sonrisas o te anegan los ojos de lágrimas. Incluso lloraremos al recordar los buenos momentos. Veintitrés años de vivencias no dan para mucho pero sí las suficientes experiencias como para ser consciente, para saber tener los pies en el suelo, para aprender a dar cada paso. Nunca sabemos qué pasará mañana, ni siquiera sabemos qué ocurrirá dentro de quince minutos, pero en un espacio-tiempo de 24 horas, ¡la vida puede dar cambios inesperados!

Hoy más que nunca, ante un desayuno compuesto de zumo de naranja, un kiwi, y un bol de leche con cereales, con el pijama y el pelo enmarañado, amb els ulls pegats como le digo a mi catalana, sentada en el taburete enfrente de la mesa y viendo las noticias, con una panorámica de un Torrejón mañanero soleado y con las copas de sus árboles teñidas de marrones, amarillos y naranjas, me siento feliz. ¡Feliz, sí, feliz! ¿Cómo no me voy a sentir feliz?

Anoche me dijeron que sólo me querré cuando me acepte del todo, con mis virtudes y defectos, y use esos defectos a mi favor. Mi gran defecto es una empatía que hace que me olvide de mí y sólo ayude a los demás. Querer a todo el mundo es bueno, pero que te utilicen no. Y esto se llama vida, la que te hace fuerte y precavida, y tras un golpe, te levantarás, y más tarde vendrá otro. Es cierto, nadie dijo que la vida fuese fácil, pero ¿y si no lo intentas? Y si te rindes, ¿qué es lo que consigues? Te quedarás delante del televisor, sentado en el sofá, esperando a… ¿Qué? Lo que duele es porque estás viva, y… Todo lo que escuece cura, ¿verdad? Tengo que buscar en mí lo que soy… Lo que soy de verdad: sólo de ese modo podré encontrarme y quererme más, dejar todo lo que me rodea (hipotéticamente hablando, por supuesto).

Y es que el mundo, o te lo comes, o te come. Y creo que me he cansado ya de que el mundo ande por delante de mí, que sí, que nadie puede cambiarlo, al igual que el trascurso de la vida, ni haremos que el mundo gire al revés, pero sí quizá me apetece ver ese mundo que tiene tanto que enseñarnos y brindarnos… ¡Hay un mundo que nos espera! ¿De qué vamos a lamentarnos? ¿Que ha bajado la Bolsa, de las guerras en Siria, de qué comeremos mañana, de la avería del coche? Todo, todo, todo, seguirá absolutamente igual. El banco no hará una transferencia a nuestro nombre de medio millón de euros, los niños en África septentrional seguirán con hambre, toda adolescente se quejará de que tiene kilos de más, toda madre pensará qué hará de comer mañana, pero yo pensaré que… Es mejor vivir el presente que pensar en el futuro. Cuando sabes quién eres y estás seguro de ti mismo, no necesitas demostrarle nada a nadie.

Tienes todas las facilidades del mundo para absolutamente todo, eres capaz de conseguir aquello que te propongas, así que levántate, vístete, maquíllate, alísate el pelo y ponte las extensiones, sonríe… Y piensa, ¿estás al borde del precipicio… O al borde de la gloria?

2 comentarios:

  1. Te quiero mucho pequeña;) ya sabes que poco a poco se solucionan las cosas por si solas !

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    1. ¡Mi princesa! Mil gracias. Claro que sí, acuérdate que la otra vez fueron vueltas y vueltas por Madrid, ¡ojalá estuvieses aquí! Te quiero :)

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